La madera es un material natural y posee una alta resistencia contra el fuego, además de tener buenas propiedades aislantes, pero expuesta al exterior, debemos de tratarla continuamente y no dejar de lado su mantenimiento. La madera puede mojarse, pero se tiene que volver a secar para que tenga una alta durabilidad. Hay que saber que podemos pintarla de dos modos: conservando el estado original de la madera, o decorandola, aplicando una combinación de colores para cambiarle el aspecto original. A continuación, os contamos todos los pasos para pintar una casa de madera.

¿Qué pasos seguir?

Escoger el momento adecuado

Es muy importante tener esto en cuenta a la hora de pintar el exterior de nuestra casa de madera. Ni con temperaturas por debajo de 10º ni con altas temperaturas en verano. La primavera es el mejor momento para hacerlo.

Limpiar la superficie a pintar

La única preparación necesaria antes de pintar será tener una superficie limpia, por lo que deberemos limpiar con una manguera a media presión y eliminar cualquier suciedad adherida con un cepillo metálico y agua caliente.

Quitar la pintura dañada

Si la pintura existente es antigua y se cae, tiene ampollas o sufre descamación, hay que eliminarla antes de continuar. Si se retira esta pintura, la nueva tendrá mejor adherencia.

Hacer las reparaciones necesarias

Antes de empezar con la pintura, debemos inspeccionar los daños y valorar la situación actual de la superficie de madera, puede ser un trabajo laborioso pero evitará problemas futuros. Reparamos grietas y fisuras con masilla y lijamos la superficie para que quede lisa.

Calcular la cantidad necesaria de pintura

Así evitaremos el riesgo de quedarnos sin pintura a la mitad del trabajo. Para estimar la cantidad necesaria, mida el perímetro y altura de la vivienda y multiplique estas dos cantidades. A continuación divida dicha cantidad por el área de cobertura indicados que indican los envases y el resultado es la cantidad de litros. Añade 3 o 4 litros más.

Aplicar la imprimación a la superficie

En algunos casos debemos aplicar un fondo sellador a la superficie antes de pintar, así la pintura tendrá una duración más larga, ya que estamos dando una protección adicional contra elementos medioambientales.

Elegir el color

Compra una pintura de calidad para exterior, 100% acrílica, se seca antes y duran más. Realiza pruebas de colores en la superficie y deja secar unos días para ver realmente como se muestran ante la luz natural.

Mezclar la pintura

Si compras la pintura en varios botes, mezcla su contenido en un recipiente grande, ya que si la pintura es de diferentes lotes, puede variar ligeramente su tono.

Decidir el método de aplicación

Debes elegir entre brocha, rodillo o pulverizado. Cada método tiene sus ventajas e inconvenientes, la brocha ofrece más control, el rodillo es más eficiente y el pulverizado más cobertura. Si decides aplicar la pintura por pulverización, usa gafas y máscara para protegerte, además, cubre las ventas, puertas y accesorios expuestos, aleja vehículos cercanos y ten en cuenta la velocidad del aire para no molestar a vecinos o transeúntes.

Cubrir todas las superficies

Para acelerar el proceso, empieza cubriendo los bordes y molduras. Aconsejamos que se trabaje cuando haya sombra, evitando la luz solar directa, ya que esto puede afectar al resultado final.

Aplicar una segunda capa

Después de esperar el tiempo recomendado por el fabricante a que la pintura se seque, aplica una segunda capa si el presupuesto te lo permite. Con esta segunda capa de pintura se consigue más protección y mayor durabilidad.

Repasar molduras

Cuando termines las áreas más grandes, repasa las molduras. Para pintar canalones, tuberías o marcos de ventana, lo mejor es usar un pincel para tener mayor precisión. Te recomendamos que lo hagas con un color o tono diferente al resto para darle un acabado profesional.

¿Qué necesitamos?

Si quieres más información sobre madera, puedes seguir leyendo en este post.