Colores complementarios son aquellos que son diametralmente opuestos en el llamado círculo cromático o rueda de colores, el color complementario de un color primario, será siempre un color secundario. Para definir los colores complementarios mezclamos un color primario con otro, el resultado es un color complementario.

Tanto los colores primarios, como los colores secundarios, se emparejan de la siguiente forma:

Por ejemplo, el color complementario del rojo será el verde, ya que el verde se consigue al mezclar el azul y el amarillo y el otro color primario que no se ha utilizado es el rojo. El color complementario del naranja es el azul, ya que para obtener este último mezclamos el rojo y el amarillo, y el restante primario es el azul.

Los colores complementarios se utilizan para dar fuerza y equilibrio jugando con contrastes. Utilizamos los colores complementarios para destacar elementos, es raro ver un dormitorio o comedor pintado con colores complementarios en su totalidad, los efectos visuales pueden ser muy cargantes. Lo más normal es utilizar colores complementarios para dar profundidad o destacar otros elementos decorativos.

Cuando se mezclan dos colores complementarios, el resultado es un color neutro o gris. Podemos conseguir un negro absoluto mezclando las proporciones de manera correcta. Es muy útil saber como se comportan de colores complementarios, ya que de este modo podemos producir diferentes gamas de grises con el tono deseado.

Por ejemplo, si queremos obtener un tono de gris azulado, mezclaremos el azul con su complementario, el naranja, y haremos variaciones del complementario en la mezcla para conseguir el tono de gris que más nos conviene.

El truco pues para querer destacar un color en concreto, es pintar con su complementario, es decir, si queremos destacar el color amarillo, añadiremos además violeta. De esta manera reforzaremos el amarillo.